La terapia sistémica, familiar o de pareja es una terapia holística que permite entender nuestras dificultades (no solo individualmente) sino en relación a un contexto y a sus dinámicas (familiares, laborales, sociales, etc.).
Desde muy niños/as y con el fin de sobrevivir adoptamos un rol que viene condicionado por las circunstancias y el entorno en el que crecemos. Este rol termina convirtiéndose en nuestra personalidad y condicionando también nuestro modo de establecer vínculos en otros ámbitos de vida, ya de adultos/as.
La terapia sistémica se centra en comprender estas dinámicas, en observar los roles y la interacción de cada un@ de sus miembros. Porque en muchas ocasiones, solo entendiendo en profundidad estas dinámicas y cambiando las reglas del sistema, podremos hacer cambios individuales.